ACNE juvenil : lo que debes saber
Acné Juvenil
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 Una de las enfermedades que marca la llegada de la adolescencia y la pubertad, es el conocido y molesto Acné juvenil, una afección que desencadena un proceso inflamatorio de la piel,la cual afecta a casi el 85 por ciento de la población entre 12 y 25 años de edad.
Durante estos años el organismo humano sufre cambios bruscos en sus niveles de hormonas, dado que se prepara para su maduración reproductiva. Esta reacción ocasiona un incremento de la secreción de grasa de la piel, con la finalidad de protegerla y suavizarla.
Pero si esta secreción natural de los folículos, conocida como sebo, se acumula en exceso y se mezcla con polvo o suciedad, produce una inflamación de los tejidos circundantes y origina los puntos negros o espinillas característicos del acné juvenil inicial. Si el orificio exterior del folículo se cierra completamente, las bacterias colonizan el sebo acumulado y se hincha forman un quiste (acné quístico). Si esto continúa progresando se dan otras manifestaciones muy frecuentes como son las elevaciones de la piel, de color rojizo que contienen en su interior pus y se llaman pústulas (acné pustuloso).
Según las investigaciones este padecimiento tiene un importante componente hereditario, y se ha demostrado un pico de incidencia a los 14 años en las mujeres, y a los 16 en los varones, en quienes es más frecuente y severo a causa de la testosterona. Para la mayoría de los muchachos y muchachas que lo padecen, el acné se vuelve una especie de trauma emocional, pues se sienten «feos», les baja la autoestima y comienzan a crearse una serie de complejos.
De ahí que conocer esta enfermedad y desmitificar algunas consideraciones sobre ella puede ayudar mucho, tanto al adolescente o joven, como a su familia:
Mitos o creencias erróneas
La comida no tiene nada que ver con el acné : hasta hace poco se consideraba que la alimentación no desempeñaba un papel decisivo en el empeoramiento del acné . Y se decía que ciertos alimentos (como las patatas fritas o el azúcar) no emporaban un brote de acné y que podia, el o la joven, comer lo que quisiera. Sin embargo, cada vez más son los hallazgos científicos que demuestran que ello en realidad no es así. Estos alimentos ricos en grasa y glúcidos refinados favorecen el aumento de las secreciones sebáceas, y por tanto podrían empeorar el acné, aunque no sean necesariamente un detonante del mismo. Como en muchas enfermedades, se recomiendan normas de higiene dietética para ayudar a no empeorar su evolución, y es un factor crucial para mantener la salud de la piel.
El acné es una infección y hay que usar jabón germicida: es un mito pensar que el acné es causado por suciedad, y peor aún asumir una actitud de lavado constante de la cara con componentes químicos, que solo la empeorarán. Hay que tener en cuenta que los bloqueos a nivel del tejido que causan el acné ocurren profundamente, o sea, dentro del estrecho canal folicular, siendo imposibles de remover mediante un simple lavado Sin embargo es importante que el joven aprenda los cuidados corrrectos de su piel y la higiene correspondiente.
Estas erupciones se forman por las células y la seborrea creadas por el cuerpo humano. Las bacterias involucradas en el proceso son las mismas presentes en la piel, pero se hallan en el interior de la misma. El continuo lavado de la piel, no solo no reduce esta afección, sino que en ocasiones puede llegar a empeorar un acné preexistente, debido a la posibilidad de que el jabón contenga sustancias comedogénicas. Cualquier persona afectada que realice más de un lavado suave, dos o un máximo de tres veces al día, puede empeorar las lesiones existentes e incluso provocar nuevas lesiones, dañando o resecando la piel.
Desencadenantes más frecuentes
A lo largo de la vida, una vez pasada la pubertad y la adolescencia, pueden desencadenarse períodos con fuertes cambios hormonales, especialmente en las mujeres, como lo son la menstruación o el embarazo. Claro que ello no condiciona obligatoriamente la aparición del Acné.
Por otra parte los factores genéticos sí pueden incidir. Se ha demostrado que existe una predisposición hereditaria a sufrir esta alteración en aquellas personas cuyos antecesores ya la padecieron.
Las agresiones que ejercen los contaminantes externos de la piel, como los productos industriales, jabones con muchos detergentes, o cosméticos saturados de aceites sobre pieles grasas, así como ciertos medicamentos, pueden en algunas ocasiones ser los causantes de la enfermedad. Mientras que el roce de la piel con la ropa, especialmente durante las épocas de calor puede producir alguno de estos problemas. A pesar de que un bronceado puede enmascarar temporalmente el acné, el sol puede ocasionar sequedad e irritación en la piel, provocando brotes sucesivos de acné en el futuro.
De hecho, no hay relación entre la exposición al sol y la prevención del acné. Los rayos solares, de acuerdo a su concentración de radiaciones ultravioletas, pueden causar envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Por ello los especialistas aconsejan proteger la piel a todas las personas que padezcan la enfermedad o quienes tengan más predisponentes.
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Dr. JUANJOSE FAJARDO BENAVIDES.
médico cirujano colegiado
Homeópata - Dermatólogo
CMP 23041 - RNE 9489
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